No sabía por qué estaba en contra de la mentalidad de venganza de la victimización a pesar de ser comprensivo, pero recientemente aclaré este pensamiento. Y la realización fue que no estoy en contra de las víctimas, obviamente, solo de aquellas que definen su identidad como víctimas que necesitan retribución. Porque este tipo de víctima es lo mismo que el perpetrador. Ves a dos niños pequeños pelear y, aunque uno puede haber empujado al otro, después del segundo golpe, ambos ya no son inocentes. Cualquier resultado en el que ambos no asuman la responsabilidad - cualquier adulto diría que el que reclama ser víctima está en el error - es intuitivo para nosotros. Y, sin embargo, como adultos, asumir la responsabilidad personal es la última opción en casi todos los ámbitos. Decimos que el ganador escribe la historia - y en la historia, el ganador siempre se presenta a sí mismo como una víctima que superó para salir adelante, mientras que el perdedor siempre es el perpetrador. Y es absurdo decir que esto es realmente cierto. La moralización y la idea de "el derecho siempre prevalece" es un mito para limpiar la conciencia. Si no aprendemos esta lección, estamos condenados a repetir la historia, no porque no aprendamos de la historia, sino porque registramos la historia de manera incorrecta y aprendemos las lecciones equivocadas.