Recientemente he estado intentando el vibe coding en mi tiempo fragmentado, y he vuelto a reflexionar sobre la velocidad de iteración de la IA. Ahora que miro hacia atrás, en realidad no me opongo a la programación, sino que me fastidia el antiguo enfoque de aprendizaje y trabajo que era altamente ineficiente y mecanizado. Cuando la IA puede hacerse cargo de las partes repetitivas y estandarizadas, los individuos pueden realmente enfocar su energía en la creación y la toma de decisiones. Desde cierto punto de vista, el vibe coding es más adecuado para aquellos que están alerta ante el trabajo ineficiente. A medida que la barrera de entrada a las herramientas sigue disminuyendo, lo que realmente marcará la diferencia ya no serán los recursos, sino el juicio y la capacidad de acción. En los próximos 5 a 10 años, más que un reajuste de la industria, será un período en el que se amplificará la capacidad individual. Los superindividuos comienzan a aparecer, y la brecha de competitividad entre las personas también se ampliará.