Una reflexión personal - Desde las profundidades "Sea cierto o falso, lo que se dice de los hombres a menudo influye tanto en sus vidas, y especialmente en su destino, como en lo que hacen." - Victor Hugo En una conversación reciente, escuché algo profundamente acertado: "____, más que nada, quieres ser comprendido y aceptado." Eso me impactó mucho porque al instante lo reconocí como verdad. Primero, normalmente no me gusta que me noten. Disfruto mezclarme con las sombras. Vivo en una zona remota sin vecinos. Cuando conduzco hacia el pueblo, conduzco un coche normal, llevo ropa normal. La mayoría de la gente que me conoce en la vida diaria no tiene ni idea de que en secreto soy multimillonario, y así es como me gusta. La riqueza atrae la atención negativa, y la atención negativa trae energía negativa. Esto es especialmente cierto cuando la gente te conoce mejor. Se dan cuenta de que eres un ser humano imperfecto como todos los demás, y eso facilita que la amargura se cuete. Cuando descubren que no eres un superhéroe místico, se vuelve mucho más sencillo creer que la persona rica no "merecía" lo que tiene (por muy duro que haya trabajado para conseguirlo). No lo entendía entonces, pero un amigo cercano mío que es "famoso por la televisión" me dijo en 2016: "____, no desearía este nivel de éxito ni a mi peor enemigo." Entiendo por qué la gente muy exitosa sigue ganando mucho dinero. Puede parecer lo único que queda por hacer. No hay vuelta a la normalidad cuando tienes mucho dinero. Y es muy solitario estar en la cima. Cuando entré en el mundo cripto —que me salvó de una vida de miseria total en mi trabajo— era solo una dirección anónima de cartera. Luego empezaron los ciclos de noticias de criptomonedas sobre mi cartera, y finalmente alguien la vinculó a mi perfil X (porque una vez había conectado esa cuenta a otro servicio y me olvidé de ella). De la noche a la mañana, el foco me encontró. Así que decidí intentarlo. Las criptomonedas me habían dado un nuevo "trabajo", y me sentía culpable de alguna manera: había recibido tanto valor de las criptomonedas que las vi como una oportunidad para devolver algo. Me propuse compartir mi camino, mis pensamientos y, sinceramente... yo estoy en el TL. Algunas publicaciones se hicieron megavirales, y de repente millones de personas leían lo que escribía. La gente a la que admiraba empezó a seguirme, incluso enviándome mensajes privados diciéndome cuánto me admiraban. Y yo aquí pensando: "¡No! ¡No puedes admirarme, yo te admiro a ti!" Tantos ojos es mucha presión. Y cambió por completo mi forma de tomar decisiones. He tomado malas decisiones desde que conseguí una gran audiencia porque, al final, me importaba demasiado lo que la gente pensara de mí. Como la mayoría de los humanos, solo quería ser amado y aceptado por quien era: ser visto. Me comprometí a ser yo mismo aunque supiera que mis opiniones podrían no ser populares. Pero yo buscaba lo imposible: complacer a la mayoría de la gente, la mayor parte del tiempo. ...