mi perro fue una de las razones más grandes por las que empecé a tomar fotos de paisajes. quería viajar por el mundo con él y pasar tanto tiempo juntos como fuera posible, y la fotografía nos dio esa oportunidad. después de que él falleció hace unos años, retomar mi cámara no fue fácil. honestamente, no quería crear más. perderlo se sintió como perder a un hijo. recientemente, volví a manhattan beach, un lugar donde habíamos fotografiado juntos en 2012. esta vez, estaba allí filmando un documental sobre mi trabajo para una exposición en solitario en dubai. mientras estábamos grabando, el sol comenzó a alinearse perfectamente con el centro del muelle. si conoces la ubicación, sabes lo raro que es ese momento cuando el sol se pone justo entre los pilares y todos se alinean para la toma. pero esta vez, estábamos solos. no estaba planeado. no estaba preparado. simplemente sucedió. me apresuré a preparar mis filtros y tomar la foto. en ese momento, realmente sentí que mi perro estaba conmigo. no solo a mi lado, sino cuidándome, diciéndome que siguiera adelante. cuando llegué a casa y finalmente me senté con la imagen, me desmoroné. se sintió como si él estuviera allí. se sintió como un cierre. como si me estuviera diciendo que todo va a estar bien. solo disfruta del atardecer. desde ese día, crear ha sido más fácil. todavía lo extraño profundamente, pero lo siento conmigo ahora, siempre cuidándome.