Los planificadores financieros han optimizado una mezcla de cartera que está lo suficientemente diversificada como para captar un pequeño porcentaje de cada movimiento y nunca ser despedidos. La estabilidad del capital no debería ser el objetivo principal. Debería ser el rendimiento total a 5-10 años, con un margen de seguridad suficiente para sobrevivir a un mercado bajista importante.